Este ático dúplex, de 230 metros cuadrados, ubicado en el selecto distrito de Eixample, en Barcelona, reúne lo mejor de la tradición arquitectónica local y el diseño contemporáneo. Es un proyecto de la firma de diseño de interiores Veronica Mimoun Studio.
Fotografías: Montse Garriga.
(Imagen superior: la gran terraza cuenta con mobiliario de Kettal. Se destacan los sofás de dos y tres puestos de la colección Vimini, el sillón Cala, la mesa de comedor Vieques y las sillas Bitta)
Vivir en un ático o penthouse tiene atractivas ventajas. Entre ellas, disfrutar de una buena vista o una amplia terraza. Y si el edificio se encuentra en uno de los mejores sectores de una ciudad tan bella como Barcelona, en Eixample, la experiencia resulta mucho más atractiva. El estudio de la diseñadora de interiores Veronica Mimoun asumió la tarea de convertir este ático en un hogar donde el pasado y el presente se fusionan armónicamente.
La sala se encuentra en el segunda planta. Dispone de un sofá con pufs a medida, diseño de Veronica Mimoun, mesa de centro de Roche Bobois y sillones Utrecht, de Cassina.
Se trata de un apartamento dúplex muy bien iluminado, de 230 metros cuadrados. Hoy, tras la intervención, cuenta con cuatro habitaciones, una de ellas en suite, un family room, tres baños, salón, comedor y cocina. Además, dispone de 50 metros cuadrados de terrazas. En la primera planta se ubica el área privada, mientras que en la segunda se encuentran la cocina y área social.
Ático luminoso
El estudio de Veronica Mimoun decidió conservar y restaurar ciertos acabados y elementos arquitectónicos de la construcción original. Entre ellos se destacan los pavimentos de mosaico y los techos con la tradicional volta o bóveda catalana de ladrillo que se exponen en la segunda planta y le otorgan al ático un carácter único. Igualmente, la carpintería de madera maciza es fiel a la del diseño original, aunque se renovó por completo, así como las ventanas y balconeras del primer nivel.
La planta de acceso acoge el recibidor, tres dormitorios de invitados, la habitación principal y el family room. La luz natural ilumina todos los espacios. Dicha luminosidad se refuerza con las paredes, las puertas y buena parte de la carpintería pintadas de blanco. No obstante, a los dormitorios se les imprimieron ciertas dosis de color en los cabeceros de las camas o en detalles como el papel de colgadura que se instaló en algunos muros. Cada habitación tiene un carácter especial, un sello propio.
Una de las paredes de la habitación principal se forró con papel de colgadura Phillip Jeffries Gold Coast Silk,
color sunset orange. Las lámparas C Ball, de Blux, combinan con las mesas de noche en acabado nogal. El pavimiento original de mosaico se conservó y restauró.
Dormitorio de invitados. Se destaca el papel Wolsey Stars, de Cole&Son. El cabezal de la cama se hizo a medida con tejido de la firma Crevin. Los cojines decorativos modelo Roy Orbison son de la firma Zeconzeta.
En la pared principal de este cuarto de invitados se instaló un papel de colgadura de tonos azules. Lo corona la lámpara Dome, de Bover. Sobre las mesas de noche, lámparas Flowerpot V3, de &Tradition, color stone blue. Los cojines con tejido son Katy Perry, de Zeconzeta, y Kanvas, de Güell Lamadrid.
Por su parte, los baños, sobre todo el de la habitación principal, se diseñaron con buena capacidad de almacenaje. Además, se eligieron acabados contemporáneos y resistentes como el corian, y se dispusieron espejos retroiluminados que les dan a estos espacios un aire sofisticado.
Tradición contemporánea
A través de las escaleras recubiertas de parqué de roble Eiffel, de Solidfloor, se accede a la planta superior, que acoge el área social. Allí encontramos el salón, el comedor, la cocina, un baño de cortesía y las dos terrazas: una en la zona de la cocina y otra que se conecta con la sala.
En la sala, el comedor y la cocina se recuperó la bóveda catalana. El antiguo tapete turco se restauró. En cuanto a la iluminación artificial, se optó por el sistema Track, de Flos, en el techo y una lámpara decorativa Atollo, de Oluce. Al fondo, a la izquierda, se alcanza a ver parte del comedor y, detrás, la cocina.
El salón se concibió como un amplio espacio para reunirse con familiares y amigos. Para tal fin, se instaló un sofá con pufs a medida, diseño de Veronica Mimoun, en tejido twin de Crevin, sobre un antiguo tapete turco restaurado. A continuación, se encuentra el comedor principal. Para este espacio, el estudio de diseño de interiores elaboró un banco a medida de madera de roble natural retroiluminada con almacenaje y unas estanterías también con iluminación led.
Comedor principal con banco de roble natural diseñado a medida. Cuenta con iluminación led y estanterías. La colchoneta se tapizó con tela de Güell Lamadrid, que evoca la naturaleza. La mesa es de Ethnicraft, las sillas, de Menu, y las lámparas Speers, de cobre, de Blux.
En la intervención se abrió un espacio mayor para que el comedor tuviera una comunicación directa con la cocina y se beneficiara de la luz natural que entra por la terraza.
Ático abierto al exterior
Ya en la cocina el espacio se nutre de una gran isla con una generosa capacidad de almacenaje. Veronica Mimoun cuenta que aquí “abrimos el hueco de la balconera a la terraza en la que se toman los desayunos sobre la mesa Palissade Cone, de Hay, y las sillas Enea, de Triconfort. Al lado opuesto y con orientación al mar, encontramos la gran terraza que hace la función de salón y comedor de verano, con mobiliario de Kettal”.
En los mesones de la cocina se usaron tanto Corian como porcelánico de la firma Inalco. Los taburetes Koki, son de Desalto, la vinoteca, de Gaggenau, y la grifería, Blanco. Para la iluminación se escogieron focos de Easy Kap, de Flos, y lámpara decorativa Birdie, de Ingo Maurer.
Esta agradable terraza junto al comedor se dispuso como el lugar para tomar el desayuno.
En palabras de la diseñadora, este último espacio es “una terraza bañada por una arquitectura impecable y unas vistas increíbles de Barcelona, de su mar y su barrio antiguo hasta la Catedral del Mar”. ¿Qué más se puede pedir para vivir a plenitud en la Ciudad Condal?
El mobiliario de Kettal, de tonos pastel para crear un espacio de dulzura y elegancia, invita a largas tertulias bajo las puestas de sol en el verano barcelonés.
Mesa de comedor Vieques, diseño de Patricia Urquiola, y sillas Bitta, diseño Rodolfo Dordoni, de Kettal.
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