‘El Estado del Arte de la Arquitectura’ fue la temática de la más reciente edición de la Bienal de Arquitectura de Chicago, en la que Plan B Arquitectos, Luis Callejas+Charlotte Hanson y El Equipo Mazzanti+Nicolás París fueron los representantes colombianos seleccionados para participar.
La Bienal de Arquitectura de Chicago funciona como una plataforma para presentar proyectos arquitectónicos con una sobresaliente dosis de innovación, así como experimentos espaciales creativos que rompen paradigmas y demuestran cómo pueden llegar a transformar sustancialmente la experiencia de vida. En esta convocatoria internacional –la más grande en arquitectura contemporánea– se presentaron 290 postulantes procedentes del mundo entero, de los cuales, un grupo de destacados curadores, entre ellos Joseph Grima, Sarah Herda y Frank Gehry, seleccionaron 76, entre ellos tres colombianos.
En esta convocatoria, la variedad e increíble oferta de propuestas y aproximaciones al diseño, temas de investigación y diversas posiciones culturales han generado la oportunidad para establecer diálogos, abrir debates e intercambiar ideas.
La Arquitectura Parlante
Con este nombre, la firma de arquitectura El Equipo Mazzanti y el artista Nicolás París presentaron el proyecto con el que se pretende experimentar con el espacio y el movimiento, y otorgarle al visitante una oportunidad única y diferente de vivir la bienal. “Se creó un espacio en donde el usuario tiene voz y puede definir el programa de la instalación dependiendo de sus necesidades, con posibilidades infinitas, para ser apropiado y usado”, explica Giancarlo Mazzanti, arquitecto creador de la firma El Equipo Mazzanti. La instalación cuenta con mesas grandes que conforman los espacios; estas se pueden mover por todo el lugar, dependiendo de las actividades o necesidades del usuario. Adicionalmente, los visitantes pueden mover y usar como quieran, sin reglas establecidas, otras mesas de menor tamaño y objetos multipropósito, para realizar las actividades que deseen experimentar, como pueden ser saltar, dormir, jugar, comer, aprender, escuchar, bailar o caminar.
“Para nosotros la arquitectura es un proceso viviente, más que un objeto terminado y estático. En vez de ser un lugar de escenarios académicos o un lugar de muestra, ¿qué pasaría si la exhibición y la bienal fueran ambientes donde la arquitectura aprendiera a ser un evento, donde el arquitecto aprendiera a comunicarse y donde el espectador aprendiera a tener control? Queremos cambiar la noción de habitar a un proceso inestable, adaptable y hasta móvil lleno de acciones ilimitadas que permiten el surgimiento de nuevas relaciones y conocimiento, llevándonos a la idea de un lugar lúdico para apropiar”, explica el arquitecto.