Gracias a una óptima remodelación, este apartamento en el norte de Bogotá dejó de ser convencional para convertirse en una atractiva vivienda de estilo contemporáneo: funcional, amplia e iluminada. Además, sobresale por el mobiliario y la selecta colección de obras de arte. (Imagen superior: Al eliminar la chimenea, el comedor y la sala quedaron integrados, lo que genera mayor amplitud. A la derecha, abajo, obra de Luis Fernando Peláez. Fotografía: Luis Gabriel Lugo).

En la sala, sofá de cuero, de Zientte, y mesa de Isamu Noguchi. En la pared de la izquierda, obras de Nadín Ospina y Pedro Ruiz; en la de la derecha, fotografía de Liu Bolin, y debajo, escultura de Leonor Ianinni. Al fondo, el corredor que conduce al área privada. Fotografía: Luis Gabriel Lugo.
Los 240 m2 y 18 m2 de terrazas, la vista y la buena iluminación natural fueron los motivos por los que una pareja con tres hijos decidió comprar este apartamento construido hace ocho años aproximadamente. Sin embargo, la distribución y los acabados no cumplían con sus expectativas; por eso buscaron al arquitecto Antonio García para que los ajustara a sus necesidades y estilo de vida.

Vista desde el estar hacia la zona social y la cocina. Con la remodelación estas áreas quedaron vinculadas en un gran espacio. A la derecha, en la pared, paisaje de Alejandro Sánchez Suárez. Fotografía: Luis Gabriel Lugo.
Una de las solicitudes que el arquitecto debía tener en cuenta para emprender la remodelación era que todos los espacios estuvieran diseñados para usarse a diario y no como ocurre en algunas viviendas donde hay ciertos ambientes reservados para ocasiones especiales. La funcionalidad era clave: tenía que ser práctico, cómodo y de fácil mantenimiento. Además, los propietarios querían que tuviera un aspecto actual, fresco, agradable y acogedor, propicio para que se destacara su colección de arte contemporáneo.

Cocina, de Deico, con acabado de poliuretano semimate con herrajes europeos. La nevera y el congelador son Ariston y están empotrados en el mueble, así que pasan inadvertidos. El mesón es de quarztone imitación mármol Calacatta. La campana es Faber —distribuida por Deico—. Fotografía: Luis Gabriel Lugo.
Con la intervención de García el área social cambió drásticamente porque eliminó el muro que separaba la cocina de esta zona y demolió la chimenea que dividía el comedor y la sala.

Comedor de Mesas & Sillas con mesa ‘Otto’, diseño de Paolo Capello para Miniforms, y sillas ‘Eames’; la lámpara es de Kartell. Sobre la mesa, bananos de Harry Allen. La cabeza dorada y el cuadro con lazo son obras de Ana Mercedes Hoyos. Dibujo de una jota con micropunta, de C. J. Hendry. Fotografía: Luis Gabriel Lugo.
De esa manera creó un gran espacio de reunión —del que también forma parte un estar—donde la cocina, de la firma Deico, pasó a ser el centro de atención, no sólo por el gran tamaño y la ubicación, sino por el impecable diseño y fabricación, y los accesorios de última generación.

Al tumbar el muro que separaba la cocina y el comedor esta se conecta con el área social. En la pared, obra ‘Amanecer’, de Aníbal Gomescásseres. Fotografía: Luis Gabriel Lugo.
En el área privada realizó otros cambios significativos. El apartamento tenía tres dormitorios, pero los dueños querían uno adicional para que cada hijo tuviera el suyo. Como el espacio del estar de televisión y el estudio era amplio, el arquitecto optó por dividirlo con un muro para crear la cuarta alcoba y una zona de entretenimiento para los niños.

En el dormitorio principal, el sistema modular Alga, diseño de Ronan &Erwan Bouroullec para Vitra, le da privacidad al vestidor. Sobre la cama cubierta con piel de alpaca, cuadro de Nadir Figueroa. Fotografía: Luis Gabriel Lugo.
Otra intervención la llevó a cabo en el cuarto principal, donde eliminó algunas paredes para que el baño y el vestidor —antes cerrados y oscuros— recibieran luz natural y se integraran a la habitación.

El blanco es protagonista en el mobiliario de los dormitorios de los niños, fabricado por Deico. En la pared, biblioteca ‘Worm’, de Ron Arad para Kartell. Fotografía: Luis Gabriel Lugo.

En el dormitorio de la niña se aprecian obras de Adriana Duque. Fotografía: Luis Gabriel Lugo.
Para conocer más sobre este apartamento, lo invitamos a continuar leyendo el artículo en la edición 3 de INTERIO, en el siguiente link: https://issuu.com/revistainterio/docs/interio_magazine_003/20