Ubicado en el distrito histórico de Palma de Mallorca, España, el Centro Cultural Casal Balaguer, diseñado por las firmas Flores & Prats y Duch-Pizá, abrió sus puertas luego de dos décadas de trabajo. Este palacio, que fue la casa de una familia aristócrata, se convierte ahora en destino de visita no solo por sus exhibiciones sino por su impecable trabajo de restauración arquitectónica. (Imagen superior: la arquitectura de las arcadas originales en el patio principal del palacio se respetaron. Fotografía: cortesía, José Hevia)
Fue un largo proceso para que este palacio construido en el siglo XIV, renovado en el siglo XVI y ampliado en el XVIII, se transformara en el Centro Cultural Casal Balaguer. En el proyecto de restauración, los arquitectos Ricardo Flores y Eva Prats junto con Duch Navarro y Xisco Pizá, respetaron las diferentes fases de construcción e introdujeron ciertos elementos para su nuevo uso público.
Las salas ubicadas alrededor del patio, situadas en el nivel de acceso y destinadas para los señores, corresponden a la construcción de la casa realizada en el siglo XVII. Estas se carcaterizan por ser rectangulares y están relacionadas una tras otra.
La edificación original del siglo XIV, ubicada en la zona posterior y destinada en el pasado al área de servicio, evidencia su influencia morisca. Tanto la geometría, las dimensiones y los niveles en cada una de las dos áreas de la edificación son muy diferentes, y su intercomunicación se da a través de pequeñas puertas y escaleras.
Arquitectura diversa
A pesar de la compleja geometría, la circulación entre las salas debía ser intuitiva y fácil para los visitantes. Por eso tomaron en cuenta la necesidad de nuevas áreas de acceso que habían sido cerradas y la reapertura de salas y cuartos. De esta manera concibieron en la planta baja el acceso principal, la recepción, la cafetería y la galería de exhibición en dos niveles. Por su parte, el piano nobile o piso principal se convirtió en la casa museo. Entre tanto, el nivel del ático, justo debajo del techo, se destinó para los talleres de impresión del Centro de Bellas Artes de Palma y una sala de conferencias.
El diseño de la iluminación es uno de los aspectos más destacables en el proyecto. Los arquitectos propusieron que la luz del día debía guiar a los visitantes para facilitar el pasaje de un espacio a otro. El diseño contempló la entrada de luz natural vertical y horizontal, con lo cual cumplen el objetivo.
El Centro Cultural Casal Balaguer recibió varios reconocimientos, entre ellos el Premio FAD (Fomento de las Artes Decorativas) en 2016. También se presentó como proyecto en el pabellón catalán en la XIV Bienal de Arquitectura de Venecia en 2014. Dos años después se exhibió en el pabellón español de la XV Bienal de Arquitectura de Venecia, ganador del León de Oro.
Más información sobre los estudios de arquitectura del Centro Cultural Casal Balaguer en:
http://www.floresprats.com
http://www.duchpiza.com