Poco menos de un mes después del fallecimiento de la ganadora del premio Pritzker 2004, se inauguró en Italia una obra de su autoría: la Terminal Marítima de Salerno, obra en la que prima el concreto y que es fiel al estilo vanguardista que caracterizó a la arquitecta iraquí.
Hace 16 años, el estudio Zaha Hadid Architects ganó el concurso internacional convocado para el diseño de esta terminal marítima, situada en Salerno, una ciudad costera ubicada en el sur de Italia, capital de la provincia del mismo nombre, en la región de Campania. El proyecto hace parte de un plan lanzado en 1993, para incentivar el desarrollo social, económico y medioambiental de la zona.
Hace una semana, finalmente, la obra fue inaugurada. Su estética pretende establecer la transición entre el mar y la tierra, a través de sutiles formas onduladas y asimétricas, como las de la cubierta, concebida para proteger a los pasajeros del sol y el viento del Mediterráneo. El acceso desde la ciudad es levemente inclinado y las zonas de circulación en los espacios exteriores e interiores son fluidas gracias al uso recurrente de rampas.
La construcción, de 4.500 m2, dispone de tres componentes básicos que se entrelazan: la terminal de ferris y cruceros internacionales, la terminal de ferris locales y regionales, y las oficinas de administración de control de las fronteras y las líneas de transporte marítimo. Por supuesto, también cuenta con áreas destinadas para restaurante y zonas de espera y esparcimiento.
Desde sus terrazas y ventanales es posible disfrutar de la vista a la Costa de Amalfi y el Golfo de Salerno. Además, la terminal le permitirá a los navegantes visitar más fácilmente bellas poblaciones cercanas como Capri, Positano y la mítica Pompeya. De hecho, se espera que lleguen a Salerno 500.000 nuevos pasajeros cada año.
Esta es tan solo la primera de las obras que llevan el sello original de Zaha Hadid y que se terminan después de que falleciera de manera intempestiva a los 65 años, a causa de un infarto, el pasado 31 de marzo en Miami. Como es de esperarse, aún habrá Zaha para rato.