Los Juegos Olímpicos se toman la ciudad del carnaval; un buen motivo para que quienes la visitan se animen, de paso, a conocer uno de sus más recientes símbolos arquitectónicos: el Museo del Mañana, diseñado por el español Santiago Calatrava. (Fotografía superior: Cesar Barreto. Cortesía, Museo del Mañana)
El mañana es una construcción que comienza hoy. Ese es el concepto que le da origen a este museo dedicado a la ciencia, que pretende revisar lo que se ha hecho en el pasado, con el fin de explorar las posibilidades de construir un futuro mejor para los hombres y el medio ambiente.
Su creación fue iniciativa del Ayuntamiento de Río de Janeiro y forma parte del plan de recuperación de la Bahía de Guanabara, lo que implicó la demolición del viaducto de la Avenida Perimetral. Eduardo Paes, alcalde la ciudad, explica que “en un mundo cada vez más urbano, uno de los grandes desafíos de la humanidad pasa por la manera como ocupamos las ciudades. El Museo del Mañana simboliza la revitalización de una zona de la importancia del puerto de Río y, desde su misma construcción, lleva a reflexionar sobre lo que esperamos de la ciudad: un lugar más integrado y con un espacio público más generoso”.
El elegido para su diseño fue el estudio del arquitecto español Santiago Calatrava, reconocido por obras como la Ciudad de la Artes y las Ciencias, en Valencia; el edificio Turning Torso, en Malmö, Suecia, y por Oculus, la recientemente terminada estación del metro en la Zona Cero de Nueva York.
La construcción, de dos plantas y formas orgánicas, tiene 338 m de largo, un área de 15.000 m2 y está rodeada de 34.600 m2 de espacio público, compuesto por jardines, espejos de agua, ciclovía y zonas peatonales. “La idea es que el edificio fuera lo más etéreo posible, que casi flotara sobre el mar, como un barco, un pájaro o una planta. Es el resultado de un diálogo muy consistente, para que se alíe con la intención de ser un museo para el futuro, como una unidad educativa”, explica Calatrava.
Aunque el concreto es el material principal de la obra, también se destaca su cubierta metálica de 3.810 toneladas, con imponentes voladizos de 70 m de longitud en dirección a la plaza y 65 m sobre el espejo de agua orientado hacia la bahía.
Obra sostenible
La necesidad de cuidar la naturaleza y sus recursos en esta era del Antropoceno, en la que el hombre se ha convertido en una fuerza capaz de alterar el clima e interferir en los ecosistemas, es una de las principales preocupaciones que se exponen en el museo. Por eso el tema de la sostenibilidad es de gran transcendencia en su diseño, razón por la cual cumple con los requisitos para obtener la certificación LEED.
Por ejemplo, la cubierta cuenta con 48 conjuntos móviles en forma de alas metálicas, con placas fotovoltáicas. Dichas alas se mueven a lo largo del día, de acuerdo con la posición del sol, de forma que se optimiza el aprovechamiento de la luz solar. El proyecto privilegia la iluminación natural.
A su vez, el agua de la Bahía de Guanabara, se emplea tanto en el sistema de refrigeración como en el espejo de agua. Después del aprovechamiento en el sistema de climatización, el agua es devuelta más limpia a la bahía. Por su parte, el trabajo de paisajismo, a cargo del estudio Burle Marx incluye, en los más de 5.500 m2 de jardines, especies nativas y vegetación típica de la región costera de la ciudad sede de los Olímpicos 2016.
Museo del Mañana
Dirección: Praça Mauá, 1 – Centro. Río de Janeiro, RJ.
Horario: martes a domingo, de 10:00 a.m. a 6:00 p.m.
Costo de la entrada: 10 reales. Niños y jóvenes hasta los 21 años, 5 reales. Los martes la entrada es gratuita.
No cuenta con parqueadero para vehículos, pero sí para bicicletas.
https://www.museudoamanha.org.br