Luego de casi tres años de obras, mañana sábado 14 de mayo vuelve a abrir sus puertas al público uno de los museos más importantes de Estados Unidos. La firma noruega Snøhetta fue la responsable de su ampliación. (Fotografía superior: © Henrik Kam, cortesía, SFMOMA)
En 1995 se llevó a cabo la inauguración de la que por entonces era la nueva sede del Museo de Arte Moderno de San Francisco, California, fundado en 1935. Una construcción horizontal, geométrica y robusta de ladrillo rojo, con un imponente cilindro de punta inclinada, coronado con un gran vidrio circular que llena de luz el atrio central. El arquitecto suizo Mario Botta fue el autor de este emblemático diseño.
Con el pasar de los años, los directivos de esta institución concluyeron que era necesario que la construcción creciera. Fue así como en 2009 se anunció el plan de expansión del museo y en septiembre de 2010 se dio a conocer que el estudio de arquitectura noruego Snøhetta, creado en 1989, era el elegido para llevar a cabo el proyecto.
Snøhetta obtuvo reconocimiento internacional cuando ganó el concurso para diseñar la nueva biblioteca de Alejandría, y desde entonces ha sorprendido por sus creaciones vanguardistas, entre las que figura la Casa de la Ópera y el Ballet de Noruega, en Oslo, con la que se hizo merecedora del premio Mies van der Rohe, en 2009.
La expansión de MoMA SF –en la que se invirtieron 305 millones de dólares– busca integrarse a la obra de Botta, aunque sus estilos son distintos, lo que ha hecho que desde ya tenga varios detractores. Se trata de una edificación de 15.793 m2, distribuidos en 10 pisos, que triplica el área inicial de espacios expositivos, cuya fachada oriental está inspirada en las aguas y la niebla de la bahía de San Francisco, revestida con 700 singulares paneles ondulados de polímero reforzado con fibra de vidrio, que le otorgan un aspecto llamativo y cierta sensación de movimiento.
Entre los aspectos de diseño más sobresalientes figura una escultural escalera que conduce a los visitantes al Hellen y Charles Schwab Hall, que es el principal espacio de reunión, ubicado en el segundo piso. Además, se destaca la Terraza de Esculturas Pat y Bill Wilson, en el tercer nivel, que cuenta con el jardín vertical más grande de Estados Unidos, con más de 19.000 plantas y 21 especies nativas. A esta se suman diversas terrazas más pequeñas, adyacentes a muchas de las galerías, donde también se exhiben esculturas y ofrecen una bella vista de la ciudad.
Otro de los objetivos de la obra fue lograr que tanto los habitantes de San Francisco como los turistas pudieran estabalecer un vínculo más cercano con el museo. Por eso dispone de 4.180 m2 de galerías en el primer nivel que son de acceso gratuito. Adicionalmente, los niños y jóvenes hasta los 18 años tienen entrada libre a todos los espacios.
Quienes lo visiten a partir de mañana, encontrarán 19 exposiciones especiales, entre ellas, una dedicada a mostrar el proceso de diseño y construcción liderado por Snøhetta, a través de fotografías, maquetas y bocetos, así como una selección de 260 obras realizadas durante la posguerra e importantes trabajos de arte contemporáneo de la colección Doris y Donald Fisher. También, podrán disfrutar del nuevo Centro Pritzker de Fotografía, la mayor galería de un museo estadounidense dedicada a esta disciplina.
http://www.snohetta.com
http://www.sfmoma.org