Frederick Tang Architecture convirtió dos apartamentos antiguos en el lujoso Upper East Side, en Nueva York, en una amplia y sofisticada vivienda familiar en la que se fusionan lo retro y lo contemporáneo.
(Imagen superior: zona social informal. La pequeña sala de estar tiene sillones hexagonales de los años setenta tapizados con terciopelo de la firma Knoll, mientras que el comedor lo componen una mesa Platner, de Knoll, y sillas danesas de madera de teca, diseño original de la década de los sesenta. A la izquierda, se ve parte de la cocina abierta. Fotografía: Gieves Anderson)
Para aprovechar el potencial de un espacio construido hace décadas se necesitan talento y creatividad. Por eso, una joven pareja y su hija de diez años (una pequeña fanática del diseño) confiaron en la experiencia de la firma Frederick Tang Architecture, con sede en Brooklyn, para que convirtiera dos viejos apartamentos en el hogar de sus sueños.
Los inmuebles se ubican en el sexto piso de un edificio construido en el periodo de posguerra en el Upper East Side, en Manhattan. Al unirlos, el área total suma 316 m2. Se trata de un espacio suficientemente amplio para que los tres miembros de la familia y sus perros, Waffles y Chili, vivan a sus anchas.
Frederick Tang emprendió la remodelación total inspirada en un plano de planta abierta, típico de la década de los setenta. De este modo, optó por un diseño con espacios fluidos. Así, se eliminaron los muros para crear una serie de ambientes amplios, definidos por las columnas estructurales del edificio. La luz natural se cuela por las ventanas con vista a Lexington Avenue.
La mezcla estética de Frederick Tang
Para satisfacer las necesidades particulares de la familia, Frederick Tang Architecture concibió diversos espacios familiares para compartir a diario, así como otros más formales para recibir invitados. Además, diseñó una sala de música, que aloja un piano de cola, una sala de estar y un estudio, ideal para trabajar sin salir de casa.
Barbara Reyes, directora de diseño de interiores de Frederick Tang, explica que la propuesta de interiorismo tuvo como objetivo cumplir con los deseos de los propietarios. Por un lado, mezclar una estética de mediados del siglo XX con el glamur del viejo mundo y, por otro, un estilo limpio y de líneas modernas.
“El resultado es un fusión de opulencia y materialidad art déco e iconografía midcentury”, concluye Reyes. Para crearla, emplearon acabados y texturas lujosas. Entre ellos, una gama de mármoles veteados y cuarcitas, yeso veneciano de tonos marfil, madera de roble blanco, azulejos opalescentes, metales pulidos y terciopelos ricamente matizados: azules profundos, púrpuras y negros.
Espacios a la medida
De las tres habitaciones, quizás, la más especial es la de la niña. A la pequeña, de diez años, le encanta el diseño y por eso tenía muy claro el concepto que quería para su cuarto. “Ella se inspiró en una imagen vintage de Knoll de los años sesenta, con muebles de Eero Saarinen y patrones divertidos”, cuenta Reyes.
Con base en lo anterior, Frederick Tang Architecture le diseñó una cama tamaño queen con plataforma, lo suficientemente grande como para invitar a sus amigas a una pijamada. Además, esta pieza de mobiliario cuenta con asientos alrededor, ideales para momentos de juego o estudio.
Pero si de espacios originales se trata, nada como el spa diseñado especialmente para las adoradas mascotas de la familia, Waffles y Chili. El lugar, donde priman el blanco y el negro, dispone de una tina alta pero poco profunda, perfecta para darles un baño. Aquí también prevalece el espíritu art déco, uno de los movimientos del siglo XX que sirvió de inspiración para el diseño interior de este atractivo hogar neoyorquino.
Plano del apartamento
Para más información
Frederick Tang Architecture: https://fredericktang.com/
Descubran otras exitosas historias de remodelación en https://www.interiomagazine.com/arq/