Red Room, ubicado en una casa estilo inglés, en el barrio Quinta Camacho, es uno de los bares más exclusivos y novedosos de Bogotá, creado para quienes quieren experimentar una nueva forma de disfrutar la mixología con rituales exquisitos como el whisky ahumado. (Foto superior: La casa de Red Room es patrimonio arquitectónico por lo que conserva elementos como el techo de vigas de madera.)

El lujo y la sofisticación son las características de este lugar único, ideal para escaparse de lo cotidiano y transportarse a un mundo de ensueño.

Vista del bar en el primer nivel. Se aprecia la riqueza de materiales y detalles de piso a techo.

La casa, calificada de interés cultural y patrimonio arquitectónico, cuenta con tres pisos, cada uno con una atmósfera muy propia. El primero fue concebido como un espacio social para grupos que quieren disfrutar de la mixología en gran formato; el segundo, más clásico, está dedicado al whisky, donde se ofrece música en vivo, especialmente jazz. Cuenta con piano de cola e incluye un salón reservado. El tercer nivel –en donde predomina el tono dorado– incluye dos salones reservados y está dedicado al caviar y al champán.

Vigas de madera componen la estructura del techo de la casa original.

El terciopelo rojo empleado en cortinas y muebles es protagonista en Red Room. El papel de colgadura juega con la ambientación del lugar.

Cada espacio en Red Room fue diseñado tomando en cuenta hasta el más mínimo detalle. Las paredes, principalmente rojas, se trabajaron con diversas texturas y acabados. Se escogieron papeles de colgadura importados, unos con patrones que evocan el lujo, otros dorados que recuerdan a la champaña.

Champaña y caviar son la especialidad en el bar del tercer nivel.

El terciopelo importado es el material característico en cada uno de los ambientes. No sólo se encuentra en la tapicería de los muebles de madera pintados en tintilla de oro, también se emplea en las cortinas, que tienen el sello del Palacio de Nariño.

Red Room cuenta con varios reservados, como este llamado Churchill.

Para lograr una iluminación tenue y acogedora, se crearon chandeliers y apliques de pared con lágrimas de cristal pulidas al fuego, traídas de la República Checa. Algunos de los espejos son franceses, de tonos bronce, en su mayoría adquiridos en anticuarios, y datan de comienzos de 1900. Son verdaderas piezas de colección. El arte también forma parte de Red Room: pinturas y una escultura de Piedad Tarazona logran destacarse en los diferentes ambientes.

La iluminación tenue es lograda con los chandeliers y apliques de pared realizados con lágrimas de cristal traídas de la República Checa.

Calle 70A # 11-64. Reservas.: (57 1) 704 7966. Abierto de lunes a sábado de 3:00 pm a 1:00 am.