En Gangneung, Corea del Sur, el estudio del reconocido arquitecto estadounidense, de 81 años, lideró el rediseño y la reconstrucción del antiguo hotel Hyundai Gyeongpodae.
El nuevo complejo hotelero, que es el primer proyecto de Meier en el país asiático, se levanta en una colina rodeada de pinos con vista al Mar del Este, el lago Gyeongpo y las montañas de Taebaek. La obra forma parte del plan de mejoras que se adelantan en la región con el fin de prepararse para los Juegos Olímpicos de Invierno que se llevarán a cabo en la ciudad de Pyeongchang en 2018.
La propuesta, fiel al estilo sobrio y limpio que caracteriza las construcciones del arquitecto ganador del Pritzker en 1984, consta de dos edificaciones principales con fachada blanca, cuyos materiales principales son el vidrio, el aluminio, el concreto y la piedra: una torre trapezoidal de once plantas y otra de cuatro pisos, ambas rodeadas por zonas con vegetación nativa. El hotel dispone de 150 habitaciones, la mayor parte de ellas con vista al mar, así como de una terraza en el quinto piso donde se sitúa una piscina con horizonte perdido y vista panorámica del océano.
Dukho Yeon, arquitecto y socio de la firma de Meier, que estuvo a cargo de buena parte del diseño, explica que “este es un proyecto muy importante para mí, ya que es el primero que realizo en mi país de origen. Ha sido una tarea difícil para nosotros debido a la complejidad, la sutileza del programa y la naturaleza sensible del sitio, pero estamos muy orgullosos del excelente resultado que ha colmado nuestras expectativas”.
Por su parte, Meier ha dicho que “el diseño de las habitaciones y los espacios públicos del Hotel Seamarq está relacionado en muchos aspectos con algunas de las primeras viviendas que concebí, como la Casa Smith y la Casa Douglas, donde hay espacios abiertos, una gran cantidad de transparencia y una apertura a la naturaleza de la zona».