La flor que picó la abeja, la nueva exposición de Adriana Marmorek, se presenta en la Galería Espacio Alterno de la sede norte de Uniandinos, en Bogotá, y estará abierta al público hasta el próximo 21 de septiembre.
La flor que picó la abeja y el misterio del amor
El arte, en su esencia, siempre ha explorado los dos misterios más profundos de la humanidad: el amor y la muerte. ¿Qué es el amor? ¿Cómo podemos definirlo cuando es tan individual y esencial para nuestra existencia? La artista contemporánea colombiana Adriana Marmorek ha dedicado su carrera a desentrañar la complejidad del amor y su conexión con lo espiritual y lo sublime. Su última exposición, La flor que picó la abeja nos sumerge en un mundo de misterio y reflexión.
«La arquitectura del deseo« y el Jardín de las delicias
Marmorek comenzó su búsqueda de la «arquitectura del deseo» (como ella lo denominó), hace dos décadas, explorando cómo los medios de comunicación sexualizan el cuerpo femenino con fines de marketing. Esta investigación la llevó a cuestionar el eros y la pérdida del amor, y finalmente a su profundo estudio sobre la naturaleza misma del amor. Su última obra, «Flower to Bee», una vasta instalación que tomó más de tres años en completarse, se inauguró en Nueva York en marzo de 2020, en la Galería Nohra Haime, justo antes de que el mundo se sumiera en la pandemia.
La exposición quedó congelada en el tiempo, visible solo a través de la ventana de la galería. Sin embargo, el famoso tríptico El Jardín de las Delicias, de Hieronymus Bosch, se convirtió en un leitmotiv en la obra de Marmorek. Este jardín misterioso fue punto de partida para cuestionar las dinámicas amorosas y explorar la naturaleza del amor en un contexto social cambiante.
La creación de una nueva cosmogonía
Marmorek se inspiró en la pintura de El Bosco para crear La flor que picó la abeja. El título, aunque lúdico, plantea preguntas profundas sobre las relaciones amorosas. Sus obras, llenas de simbolismo, incluyen huevos rotos que representan el misterio y la fragilidad del amor. Estos huevos ya no son simples huevos, sino «Cosmogonías», símbolos del desconocido mundo del amor, el sexo y el deseo.
Reflexiones sobre el amor
La artista también reflexiona sobre el impacto de la evolución de las instituciones amorosas, como el matrimonio. La legalización de las bodas entre personas del mismo sexo y el cambio en la percepción del matrimonio como una institución económica han llevado a una revaluación de las normas sociales y los rituales de seducción en la era #MeToo.
Marmorek nos desafía a repensar nuestra relación con el amor, considerándolo sagrado y místico, algo que nos acerca al infinito y nos aleja temporalmente de la muerte. Sus obras, llenas de elementos ambiguos, nos obligan a cuestionar y pensar profundamente en el misterio del amor y el deseo.
En su búsqueda de respuestas, Adriana Marmorek se adentró en la flora extraña de El jardín de las delicias, encontrando plantas híbridas y frutas y flores mezcladas en una sola. Estas imágenes oscilan entre lo hermoso y lo inquietante, desafiando nuestras percepciones y prejuicios.
Thorn Apis Grisalle Umbra. Fotografía. 1/20 edición. 59 x 44 cm. 2023. Fotografía: cortesía Adriana Marmorek.
«Marmorek encontró en el Jardín plantas híbridas que son contenedores hechos por el hombre tanto como vegetales, encontró frutas y flores mezcladas en una sola, encontró una hibridación de flora y fauna que explica gran parte de la extrañeza de la pintura. Se dedicó a crear su propio jardín exuberante, una constelación de piezas que son oscuras al mismo tiempo que son hermosas, son frutas al mismo tiempo que son tentáculos o patas artrópodas, son fascinantes en su naturaleza contradictoria. Nos atraen, parecen extrañas pero esconden unos bellos capullos dentro de ellos, nos piden que decidamos qué son. Exigen que pensemos. Nos rechazan si nuestra elección es permanecer pasivos al observarlos«. Paula Silva, curadora.
La nueva exposición de Adriana Marmorek
La flor que picó a la abeja es una exploración artística profunda y conmovedora de los misterios del amor en un mundo en constante cambio. Adriana Marmorek nos invita a cuestionar y reflexionar sobre la naturaleza del amory a construir una nueva cosmogonía amorosa que reconozca su sacralidad y misterio. Sus obras, llenas de simbolismo y ambigüedad, nos desafían a no pasar de largo, sino a quedar permanentemente cambiados por la experiencia de contemplarlas.
Galería Espacio Alterno, Uniandinos
Calle 92 #16-11, Bogotá