Optimizar las diferentes áreas al máximo fue la premisa que guió la remodelación de este apartamento situado frente al parque El Virrey, al norte de Bogotá. Bloque B Arquitectos fue el artífice de este impecable trabajo de transformación.
Imagen superior: en el salón, armónica combinación de acabados y texturas. Se destaca el juego de sombras e iluminación. Fotografía: Luis Fernando Ramos
Con apenas 10 años de construcción, este apartamento de 3 plantas, un área de 200 m2y 60 m2de terraza no era precisamente viejo o anticuado. Sin embargo la familia que lo habitaba –una pareja con dos niños– quería que fuese mucho más funcional. También deseaban hacerle unos ajustes a la distribución y potenciar cada uno de los espacios que no se adecuaban a su estilo de vida.
El arquitecto Juan Pablo Bernal, fundador de la firma Bloque B Arquitectos, con una amplia experiencia en este tipo de proyectos, asumió el reto que suponía mejorar sustancialmente un apartamento que ya era ‘moderno’. Su trabajó implicó tanto el diseño arquitectónico como la ejecución de la obra.
‘Debíamos repotenciar su distribución interior ya que las condiciones generales del edificio son súper buenas y ser capaces de generar un impacto total. La idea era que el cliente al volver sintiera que llegaba a ‘otro” apartamento completamente nuevo. De esta manera la premisa número uno fue mejorar sustancialmente el área. Para ello se optimizaron los espacios con base en necesidades básicas de uso de cocina, seguridad y accesibilidad a la terraza, distribución espacial de la zona privada. Así se mejoraron los dormitorios de los niños, el hallde alcobas y el vestier principal’, señala Bernal.
Remodelación en tres niveles
El acceso al apartamento se hace por el nivel medio en donde se ubica la cocina, la zona social y de servicio. Antes de la remodelación, la cocina era muy pequeña, cerrada y conectada con la alcoba de servicio y patio de ropas. Estos a su vez eran reducidos, oscuros y con poca ventilación. En este nivel existía un estudio o alcoba de huéspedes que no tenía ninguna relación con los demás espacios y además quitaba posible área útil a la zona de servicio y de cocina.
Por su parte, la sala y el comedor que a pesar de estar muy bien iluminados por la ventanas de piso a techo y la salida a un mini balcón carecían de personalidad. Tomando en cuenta lo anterior, Bernal decidió hacer una demolición de toda la distribución. Eliminó la alcoba de huéspedes para reubicar el patio de ropas y la alcoba de servicio con baño. De esta manera, ambos espacios quedan con ventanas grandes sobre la fachada lo que permitió tener iluminación y ventilación natural.
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