Los asistentes son transportados al local subterráneo siguiendo el rastro de luces de neón hasta llegar a una impresionante pared intervenida con una obra de arte. Allí, diez mesas de ping pong de tamaño olímpico están rodeadas de acogedores asientos y una barra envolvente acogen a invitados de todo tipo. Fotografía: cortesía SPIN.