En el noreste de California, a dos horas y media de San Francisco, el estudio Mork-Ulnes Architects diseñó Troll hus. Se trata de una casa de recreo para una pareja, sus tres hijos y siete nietos, en medio de una zona boscosa propicia para la práctica del esquí. (Imagen superior: la cocina y el área social se funden en un solo espacio abierto que se integra con la naturaleza. Fotografía: © Bruce Damonte)
Las raíces noruegas del matrimonio propietario de esta vivienda, una pareja de pensionados, fueron determinantes al momento de elegir a la firma encargada de concebirla. Por eso decidieron dejar el proyecto en manos de Mork-Ulnes Architects, con sedes en Oslo y San Francisco, dirigida por el arquitecto Casper Mork-Ulnes.
Esquiar en la nieve y gozar del estrecho contacto con la naturaleza son dos de los mayores placeres con los que disfruta esta familia de abuelos, tres hijos y siete nietos. Por eso no dudaron en escoger un lote de 1.625 m2, situado en Sugar Bowl Ski Resort, cerca del lago Tahoe. Un exclusivo complejo a 2.000 metros sobre el nivel del mar, cuyas fuertes nevadas hacen que sea un paraíso para los fanáticos de los deportes de invierno.
Los clientes querían que su casa fuera una versión contemporánea de las cabañas escandinavas y los chalets alpinos construidos con troncos de madera, en los disfrutaron buena parte de su infancia. Mork-Ulnes Architects respondió a ese requerimiento con un diseño sencillo y geométrico.
“Llamamos a la casa Troll Hus, en referencia a los trolls, esos seres de la mitología nórdica y el folclore escandinavo que se dice que habitaban en montañas remotas”, explica el arquitecto Casper Mork-Ulnes, nacido en Noruega.
Refugio del siglo XXI
La vivienda, de 309 m2, se levanta sobre una estructura elevada de concreto que impide que la nieve la cubra en el invierno. En la fachada norte, que dispone de pequeñas ventanas, los arquitectos ubicaron los baños, los clósets y otras zonas de almacenamiento. Entre tanto, la sur recibe abundante iluminación natural, tiene amplios ventanales y alberga las áreas comunes.
En el segundo nivel se sitúan las tres habitaciones de los hijos y sus parejas, un amplio dormitorio para los siete primos y tres baños. Por su parte, la planta superior la ocupan la sala, la cocina y la alcoba principal, donde duermen los abuelos. Los espacios sobresalen por la amplitud y la calidez que aporta la madera clara que reviste el piso y el techo.
Lexie Mork-Ulnes se encargó del diseño interior, aspecto que incluyó la creación de muebles a la medida. Entre ellos, el banco de la mesa del comedor y las butacas del bar, que se mezclan con otras piezas que han pertenecido durante años a la familia. La propuesta de mobiliario y accesorios permite que la naturaleza sea el principal elemento de la decoración.
Finalmente, la fachada de madera de la Troll hus llama la atención por el color. Está cubierta con alquitrán, un recurso tradicional noruego que ayuda a protegerla de los insectos y las inclemencias del clima.