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Arquitectura, Diseño, Decoración y Tendencias Arquitectura, Diseño, Decoración y Tendencias

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Tropicario Jardín Botánico de Bogotá, al rescate de la biodiversidad

febrero 16, 2024

El Tropicario Jardín Botánico de Bogotá se ha convertido en un sitio de visita obligada en la capital colombiana y uno de los íconos arquitectónicos de la ciudad. Sus especificaciones técnicas, su diseño arquitectónico, el efectivo y eficiente funcionamiento como edificación sostenible, la capacidad de educar en el respeto al medioambiente y de promover la biodiversidad, lo han convertido en ganador de importantes premios de arquitectura y sostenibilidad. Fotografías: Mauricio Carvajal; cortesía DARP

El domo "Bosques Tropicales" alcanza una altura de 20 metros. Fotografía: Alejandro Arango, cortesía DARP.

El domo «Bosque Húmedo» (selva tropical) es el de mayor tamaño y alcanza una altura de 20 metros. Fotografía: Alejandro Arango, cortesía DARP.

Tropicario: proyecto ganador

El Tropicario Jardín Botánico obtuvo el Premio Mundial de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito (BAQ) (Ecuador) en el 2020 y Mención Especial en la categoría Proyectos Arquitectónicos en la Bienal Colombiana de Arquitectura y Urbanismo (BCAU) en el 2022. En noviembre 2023 recibe dos importantes reconocimientos adicionales, el “Premio Lápiz de Acero” (Colombia) en la categoría Proyecto Arquitectónico y el “Premio Lápiz de Acero Verde” por su aporte al medioambiente.

Para la ubicación del Tropicario se conservación de las palmas de ceraEl Tropicario se conservaron 70 palmas de cera, árbol nacional de Colombia. Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.

Para la ubicación del Tropicario se conservaron 70 palmas de cera, árbol nacional de Colombia. Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.

Tropicario: al rescate de la sostenibilidad

Colombia, reconocida por su riqueza en biodiversidad, enfrenta desafíos ambientales considerables, marcados por altos índices de deforestación y explotación de recursos. En este contexto, el Tropicario del Jardín Botánico de Bogotá, diseñado por la firma colombiana De Arquitectura y Paisaje (DARP), surge como un faro de sostenibilidad y educación ambiental.

Vistas exteriores e interiores del Tropicario. Fotografías: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.
Vista del humedal artificial perimetral, que funciona como un gran reservorio de agua que se usa para los sistemas de riego de la vegetación. Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.
La arquitectura propuesta se genera a partir de recorrerse. Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.
El Tropicario se ha convertido en un sitio de visita obligada en Bogotá. Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.

Como estrategia de conservación y protección de los ecosistemas, el Jardín Botánico de Bogotá, desarrolló la iniciativa “Nodos de Diversidad”. Este ambicioso proyecto busca realizar una nueva expedición botánica a lo largo de distintas zonas del país, con el fin de proteger y poner en valor algunos de los ecosistemas más amenazados en el territorio colombiano. Se estructuró entonces el Tropicario, como se denomina el proyecto, como principal infraestructura de este plan.  El Tropicario se concibe como el espacio para exhibir y promover los resultados de estas expediciones botánicas.

Para la consecución del Tropicario, el Jardín Botánico de Bogotá lanza en 2014, un concurso de arquitectura, en el que resulta ganador el diseño propuesto por la firma colombiana De Arquitectura y Paisaje (DARP), de los arquitectos Jaime Eduardo Cabal y Jorge Emilio Buitrago. El proyecto de construcción se inicia en el 2016 y se finaliza en el 2020.

Para la configuración del Tropicario, DARP retoma referencias de arquitectura anfibia prehispánica como las "Chinampas", "Camellones" o "Islas Flotantes". Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.

Para la configuración del Tropicario, DARP retoma referencias de arquitectura anfibia prehispánica como las «Chinampas», «Camellones» o «Islas Flotantes». Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.

El lugar y el terreno: factores clave

Son muchas las variables y condiciones que contempló la oficina De Arquitectura y Paisaje (DARP) para concebir el proyecto. Sin duda, el territorio donde se levantaría el Tropicario, es uno de ellos.

Bogotá, la capital de Colombia, a 2.600 metros sobre el nivel del mar, ocupa un territorio llamado la “Sabana de Bogotá”. Este altiplano, hace unos 20.000 años, era un gran lago que unía cerros y río. En la actualidad quedan algunos resquicios de este pasado lacustre, pues la ciudad desecó la gran mayoría de humedales para su desarrollo urbano. De 50.000 hectáreas de humedales a principios del siglo XX, se pasó a solo 727, es decir, quedando únicamente el 1.45% del área original. La afectación y deterioro se ha dado en gran parte debido al desconocimiento generalizado de la importancia ecosistémica de los humedales.

Para la configuración del Tropicario, DARP retoma referencias de arquitectura anfibia prehispánica como las "Chinampas", "Camellones" o "Islas Flotantes". Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.

Para la configuración del Tropicario, DARP retoma referencias de arquitectura anfibia prehispánica como las «Chinampas», «Camellones» o «Islas Flotantes». Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.

Este proyecto se emplaza sobre la huella de lo que fuera una antigua estructura, la cual se encontraba en un alto estado de deterioro. Para la ubicación del Tropicario fue determinante la conservación de las palmas de cera que lo rodean. Esta especie declarada árbol nacional de Colombia, está en vía de extinción y es de crecimiento muy lento. Estas palmas viven más de 100 años y alcanzan alturas de hasta 70 metros. Alrededor del Tropicario, existen más de 70 palmas de este tipo en estado adulto. Con el fin de no afectar las palmas de cera, se plantea un sistema de formas flexibles.

Tropicario: proyecto integrado al Jardín Botánico

Otra condición importante que tomaron en cuenta los arquitectos de DARP era la integración del Tropicario a la estructura del Jardín Botánico ya existente, pues esta entidad se ha destacado por su fuerte vocación educativa y de divulgación. Esto hace que el proyecto Tropicario forme parte del recorrido general del Jardín Botánico. La arquitectura propuesta se genera a partir de recorrerse, por lo que no podía pensarse como un edificio cerrado por muros, sino integrado al parque Jardín Botánico de forma fluida y natural.

En la parte alta de cada domo se incorporó un óculo para recoger el agua lluvia, y crear un gran reservorio de agua destinada a los sistemas de riego. Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.

En la parte alta de cada domo se incorporó un óculo para recoger el agua lluvia, y crear un gran reservorio de agua destinada a los sistemas de riego. Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.

“Para concebir este proyecto, la pregunta de partida fue, ¿cómo relacionarnos con el paisaje de la Sabana de Bogotá? Este cuestionamiento requeriría que el proyecto funcionase como un espacio para divulgar y enseñar acerca de los valores y amenazas ambientales que enfrenta este territorio y a la vez como una forma de aportar a la cultura del paisaje local. La respuesta implicó entender el edificio como un sistema, como partes relacionadas que conforman un todo. Conceptualmente se buscó que las distintas áreas del programa arquitectónico funcionen como espacios flotantes, dentro de un humedal, el ecosistema propio de la Sabana de Bogotá. Para ello fueron importantes retomar referencias de arquitectura anfibia desarrollados por la ingeniería prehispánica (Chinampas, Camellones, Islas Flotantes)”, explican los arquitectos de DARP.

La configuración tipo invernadero y la fachada acristalada, parecen una reinterpretación contemporánea del Crystal Palace de Joseph Paxton. Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.

La configuración tipo invernadero y la fachada acristalada, parecen una reinterpretación contemporánea del Crystal Palace de Joseph Paxton. Fotografía: Mauricio Carvajal; cortesía DARP.

La arquitectura en sintonía con el medio ambiente

El Tropicario se compone de seis colecciones o zonas: Bosque Húmedo, Bosque Seco, Colecciones Especiales, Plantas Útiles, Superpáramos y Biodiversario. Para cada uno de estos espacios se construyó una estructura a manera de invernadero con requerimientos específicos de altura, temperatura y humedad, con el fin de recrear condiciones bioclimáticas determinadas. De esta manera, el Tropicario es un circuito de invernaderos que recrean las condiciones bioclimáticas de varios pisos térmicos y variados climas del país. Su objetivo: educar a través de un recorrido, donde se exhibe, conserva y propagan especies vegetales que hacen parte de ecosistemas amenazados . Estos espacios funcionan como módulos “flotantes”, y están conectados a través de un humedal artificial.

Con un área total construida de 3787 m2, la configuración tipo invernadero y la fachada acristalada, parecen una reinterpretación contemporánea del Crystal Palace de Joseph Paxton. El Crystal Palace, edificación de hierro fundido y cristal, fue levantado en 1851 en Hyde Park, Londres (Inglaterra) con motivo de la Exposición Universal. Vale la pena destacar que los invernaderos del Tropicario cuentan con alturas variables. El de mayor tamaño alberga la colección Bosque Húmedo (selva tropical), y alcanza los 20 metros de altura. El menor mide 8 metros de altura y está destinado a la colección Plantas Útiles. El área total de los domos es de 2.600 m2.

Desarrollos técnicos

A nivel técnico fueron muchos los desarrollos que se propusieron para este proyecto. Se incorporó el uso de sistemas de control de temperatura pasivos, que no requirieran sistemas de ventilación mecánicos. Esto con el fin de recrear las condiciones bioclimáticas de varios pisos térmicos del país. Para la construcción de los 6 domos del Tropicario se utilizó vidrio con distintos espesores y filtros. Así mismo se instalaron sistemas automatizados de apertura de algunas áreas para controlar la temperatura.

El proyecto de construcción se inicia en el 2016 y se finaliza en el 2020. Fotografía: cortesía DARP.

El proyecto de construcción se inicia en el 2016 y se finaliza en el 2020. Fotografía: cortesía DARP.

Cada una de las estructuras funciona como un receptor de agua. Para lograr este objetivo, se incorporó un óculo en la parte alta de cada domo. Esto permite recoger el agua lluvia, y conducirla a unos lagos ubicados en el interior de los espacios, y desde donde pasa al humedal artificial perimetral. Este humedal artificial funciona como un gran reservorio de agua que se usa para los sistemas de riego de la vegetación, generando un ciclo cerrado.

De igual manera se creó un sistema de “esclusas” o espacios de transición entre las distintos colecciones o invernaderos. Esto permite al visitante pasar de un espacio a otro, conservando las condiciones de temperatura requeridas para cada espacio. Al interior de cada esclusa se ubican los controles técnicos de los espacios y las salidas de emergencia requeridas.

«Canastos estructurales»

El sistema estructural se basó en pilotes de concreto hincados a 30 metros de profundidad del suelo, los cuales se ubicaron en el perímetro de las estructuras. El objetivo de este sistema era dejar libre el suelo al interior de los espacios con el fin de poder tener áreas de siembra profundas. Al llegar a la superficie, sobre estos pilotes, se realizó el vaciado de muros inclinados en concreto. Los pilotes funcionan como soporte de la estructura metálica y a la vez permiten usarse como una forma de “macetas” al interior de los espacios. En estos se puede contener las áreas de siembra de las distintas especies de plantas.

Sobre los muros en concreto reforzado se instalaron pilares metálicos, de 30 cm de largo x 10 cm de ancho, ubicados en el perímetro de cada espacio. Así se conforman “canastos estructurales”, una estructura espacial autoportante, que permite que al interior no existan columnas.

 

“La emergencia medioambiental que vive nuestro planeta, hace necesario que el proyecto público se piense desde lógicas urbanas y ambientales de manera simbiótica, con el fin de salvaguardar el patrimonio ambiental de todos”, señala el arquitecto Jorge Buitrago.

El Tropicario no solo es un proyecto arquitectónico destacado; es una apuesta por construir una cultura del paisaje que transmita un mensaje urgente de conservación a nivel global. Su papel como herramienta educativa y su integración armónica con el entorno lo convierten en un faro de esperanza en la lucha y protección por la biodiversidad.

Planos

Planta Nivel 0-00. Plano: cortesía DARP.

Planta Nivel 0-00. Plano: cortesía DARP.

 

Corte Sección 1. Plano: cortesía DARP.

Corte Sección 1. Plano: cortesía DARP.

 

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